
Gina había viajado hasta la Toscana para descubrir su pasado italiano, no para encontrar marido. Pero después de una sorprendente noche de pasión, el conde Lucius Carandente le dijo que iba a casarse con ella. Lucius sólo había pretendido convertirla en su amante, pero, al descubrir que ella era virgen, tuvo que cambiar los planes. Sin embargo, no tenía el menor problema en cumplir con su deber moral... si eso significaba dormir con Gina noche tras noche.
por casualidad encontre el blog y las felicito por todas las novelas, soy una lectora voraz y estos sitios me hacen sentirme como pez en el agua,las felicito y les envio un saludo desde Honduras
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