Sebastián García era rico y orgulloso, por eso le sorprendió tanto sentirse atraído por la muchacha que limpiaba la casa de su tío. Quizá lo que lo atraía de ella era su inocencia y lo diferente que era de todas las cazafortunas que solían perseguirlo.
Sebastián no tardó en conseguir que la joven fuera su amante y le entregara su virginidad.
¿Cómo iba ella a contarle su secreto ahora que había conseguido que él volviera a confiar?
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